lunes, 5 de agosto de 2013

El Ihnfa sigue igual que cuando lo intervinieron

San Pedro Sula,
Honduras
Acostados sobre pedazos de cartón enrollan sus esqueléticos cuerpos tratando de vencer el frío que los hace titiritar. Es así como cientos de niños pasan las noches en las calles de San Pedro Sula; y aunque existe una institución que debe velar por ellos, son “invisibles” para las autoridades del Gobierno.
A mediados del año pasado, el Gobierno decretó estado de emergencia en los diferentes centros del Ihnfa (Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia). Cifras alarmantes salieron a la luz,  se informó que alrededor del 80% del presupuesto de la institución se gastaba en pagar sueldos y no en la rehabilitación y cuidado de los menores, contó el diputado liberal por el departamento de Córtes Marlon Lara.
El parlamentario dijo que en juniomn-fecha en que se vence la emergencia- pedirán cuentas sobre los resultados que se obtuvieron. “A simple vista parece que todo sigue igual”.
Adán Rivera, presidente del Sitraihnfa (Sindicato de Trabajadores del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia) en la zona norte, calificó la intervención como una “cortina de humo”.  Aseguró que no se ha hecho nada para mejorar la calamidad que atraviesan los tres centros del Ihnfa ubicados en San Pedro Sula.
“Los niños siguen viviendo en hacinamiento. Hay falta de presupuesto y de personal, entre otros. La intervención no ha servido de nada, nosotros aquí no hemos visito los cambios. La problemática de la niñez en la ciudad es cada vez grande”.
El líder sindical y además inspector de los centros El Carmen, Nueva Esperanza y Casitas Adolescentes contó la preocupación que impera, pues cada mes tienen que estirar el raquítico presupuesto que apenas es de 60 mil lempiras por cada centro.
“Los hogares operan con un déficit del 100%, hace poco se aumentó la partida de El Carmen, quedando esta en 95 mil lempiras; pero lamentablemente se hizo porque se trasladaron unos 50 jóvenes de la correccional de Tegucigalpa para aquí, empeorando la situación financiera”.
Contó que Nueva Esperanza,  que alberga unos 80 niños y Casitas Adolescentes, donde viven 50 jóvenes, subsisten gracias a las donaciones de empresas y personas solidarias, que llevan alimentos y vestuario; aunque con la crisis económica actual las donaciones han bajado considerablemente.
Hay una cantidad de niños que son cuidados por familias solidarias. “Las familias solidarias reciben un subsidio de 1,700 al mes, definitivamente lo hacen más por amor, porque con ese dinero no se educa a uno o dos niños”, esto ayuda a descongestionar los hogares.
Una de las preocupaciones más grandes en este momento, según el gremialista, es separar los niños y adolescentes con algún trastorno mental del resto de la población, para evitar incidentes.
“El Estado ha tenido abandonada a la niñez. Nuestros compañeros hacen todo lo humanamente posible por cuidar a cada pequeño; pero lamentablemente son muchos y es difícil trabajar así. Cada año, con el  aumento del desempleo y la inseguridad se aumentan los casos de niños en riesgo social, así que la ayuda urge”, enfatizó.
Thelma Martínez, coordinadora regional del la Fiscalía de la Niñez, lamentó que las autoridades hagan poco o nada por mejorar las condiciones en las que viven los niños del Ihnfa.
“Los centros no reúnen ni las condiciones mínimas, se está hablando de una nueva institución, pero desconocemos los avances que se han dado. Así como están son una verdadera vergüenza”, declaró.
Martínez contó que en sus constantes visitas a los centros ha observado las malas condiciones físicas de los edificios.
“Hay carencias de lo básico que ellos necesitan para ser educados, no hay formación, prácticamente se les manda ahí como castigo, cuando según la ley es una medida de protección para proteger a los niños porque no tienen quien vele por ellos, una idea utópica”.
Preocupación
Monseñor Rómulo Emiliani, obispo auxiliar de la Diócesis de San Pedro Sula, dijo que está preocupado por el futuro que le espera al país cuando se ha descuidado un pilar tan importante como es la niñez hondureña.
“Se debe hacer algo de forma urgente para ayudar a los niños en riesgo social, el Ihnfa debe ser una prioridad en cualquier Gobierno. Si esos niños no son bien tratados después pueden convertirse en delincuentes, lamentablemente”, aseguró.
 El prelado dejó entrever el dolor que le causa ver a tanto pequeño sufriendo en la calle.
“Nosotros tratamos de ayudar en alguna medida, pero se necesita más para poder solventar el problema. La mayoría de estos niños han sido abusados sexual y físicamente, es necesario despertar conciencia y humanidad en la gente.

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